Muchas personas creen que la forma de la panza predice el sexo del niño. Este mito no es cierto. La forma de la panza es debido a dos factores. El primero es por la posición del bebé. En las últimas semanas, cuando el niño ya está hacia abajo con su espalda apoyada al vientre materno, adoptará una forma más puntiaguda. En cambio cuando el bebé esta recostado hacia un lado la panza suele ser redonda y ancha. El otro factor que puede influir en la forma es la contextura física de la embarazada. Si es más bien gordita, su panza será más redonda y ancha, por lo contario si es delgada, su vientre adoptará una forma más bien puntiaguda.