La adopción es un camino que se elige para ser padres y formar una familia. El niño necesita saber que fue elegido por sus padres y que siempre podrá contar con su amor.
Desde un principio, es necesario que en la familia se hable de la adopción naturalmente. Cuanto más cómodos se sientan los padres con la adopción, más a gusto se sentirá el niño. No es necesario tener una conversación con el niño para darle la noticia sino conversar con él desde un principio. Los padres deben hablar con la verdad espontáneamente. Con el paso del tiempo, surgirán nuevas preguntas de acuerdo a la edad de cada niño.
La manera en que se transmita la noticia, tendrá efectos en las actitudes de los niños. Por eso, es necesario demostrarles que es igual a otros niños, pero con una historia que empieza antes de encontrarse con sus padres. Aunque no haya crecido en el vientre de su madre adoptiva, debe saber que los padres quisieron formar una familia y quisieron buscarlo.
Si los pequeños hacen preguntas, hay que contestar puesto que ellos quieren confirmar que los padres están dispuestos a responderles. Demuestra que son confiables, que los escuchan y toleran las incertidumbres e inquietudes que aparecen. Ese reconocimiento fortalece los vínculos entre padres e hijos.